martes, 15 de marzo de 2011

Estos días

Estos días me he sentido realmente bien (casi maniaca). Como hace mucho no me sentía. Las cosas se ven bien. Tengo menos miedo. Sólo falta lo otro y todo sería perfecto. Pero sé que va a llegar.  Por fin parece que la creatividad empieza a fluir de nuevo. Sólo tengo que concentrarme, enfocarme para ser más productiva. Dos años casi viviendo en el infierno, finalmente, se empieza a ver la luz.

viernes, 18 de febrero de 2011

de nuevo...

Parece que de nuevo estamos empezando a subir. Que no dure mucho...

jueves, 17 de febrero de 2011

Llego la calma

Otra montaña rusa. A penas llegando al final donde le carrito se detiene después de estar todo el día en las partes altas, sufriendo el vértigo de las crestas a toda velocidad. Llegada la calma todo se ve distinto. No puedo dejar que los acontecimientos me impulsen descontroladamente a las cimas de la montaña. Es necesario que aprenda a evitar que las cosas que me pasan me lleven a esta espiral caótica y veriginosa de angustia y ansiedad. De nuevo estoy agotada.

miércoles, 26 de enero de 2011

Montaña rusa en un día

Ciclaje ultra rápido. Todo el día en la montaña rusa (parece que al final el carro logró detenerse). Agotada (por fin puedo pensar...).

miércoles, 12 de enero de 2011

Un año, una persona diferente

Ya es un año de que empecé este blog, y a penas puedo creer que haya sobrevivido a estos 12 meses. Aquí estoy, medio incompleta todavía, pero sin tantas piezas sueltas que ir recogiendo cada día. Espero poder seguir escribiendo. Tengo nuevas ideas y todavía mucho que contar, y espero que hablar de mi experiencia ayude a otros a sentir que no están solos. El sufrimiento compartido siempre es más llevadero. Este año de dolor y sufrimiento, de subidas y bajadas, decepciones, desengaños y desencuentros terminó. Y aunque ahora me siento mejor, creo que una parte de mí cambió para siempre, que jamás volveré a ser lo que era, y que todavía no termino de reconocer a esta nueva persona que surgió después de meses de una fase depresiva que se resistía a ceder.  No, no sé quien soy, ni quien voy a terminar de ser... Supongo que así es

domingo, 9 de enero de 2011

La felicidad

La felicidad como deber:
La sociedad exige la felicidad, no sólo como un derecho, sino también como un “deber”. Basta con leer casi cualquier artículo de divulgación “psi” en un periódico, una revista o una página web para comprobarlo.
Pero ¿qué es la felicidad?. Según el diccionario “un estado de ánimo del que disfruta de lo que desea” o “satisfacción, alegría y contento”. Es decir: un estado de ánimo altamente inestable.
Porque ¿qué es el deseo sino precisamente deseo de aquello que creemos que nos falta y cuya consecución nos aporta una satisfacción siempre temporal? Porque siempre desearemos algo más, y ese deseo es precisamente la fuente de la vida.
¿No estamos autorizados a suponer que el sorprendente incremento de los trastornos bipolares en los últimos tiempos no se debe sólo a haber afinado el diagnóstico sino también a una sociedad que nos demanda estar siempre satisfechos?
Porque, cualquiera sea la causa que le supongamos, la persona bipolar pretende sostener la felicidad (o euforia) como un estado de ánimo permanente. Y cuando, como es inevitable, esa sensación se pierde, se siente hundida por la falta de satisfacción.
http://www.persona-psi.com/wp/el-trastorno-bipolar-o-como-sobrevivir-en-la-montana-rusa

lunes, 13 de diciembre de 2010

Fuera otra vez

De nuevo estoy lejos y estoy feliz. Nada hasta ahora ha sido tan efectivo como el hecho de estar lejos de la maraña pastosa en lo que se había convertido mi vida. Ahora veo todo con mucha más claridad y me siento contenta. Por fin, después de mucho tiempo, me siento contenta, con ganas, con esperanza, y decidida a dejar atrás todo aquello que me hace daño, que me lastima, que me provoca angustia. Dejar atrás a esa gente que no comprende... Quiero estar bien. Y me siento ilusionada. Por fin siento que he tomado en algo el control de mi vida. Por lo mismo no voy a permitir nunca más que nadie me haga daño, o que afecte mi estado de ánimo. Un largo año ha tomado empezar a ser un poco yo otra vez. Las medicinas hicieron su efecto, pero el viaje a Sevilla y la compañía de Luis Fernando fueron como un gran bálsamo, que tranquilizó mi mente y despejó mi cabeza. Ahora todo es más claro, mucho más claro. ¿Victoria? No, nosotros nunca podemos cantar victoria, pero si creo que todo el esfuerzo de este año ha logrado devolverme algo de la paz que hace mucho no sentía. ¿Cuánto durará? No sabemos, nadie lo sabe...