jueves, 2 de diciembre de 2010

Aquí

Aquí estoy en este otro lugar del mundo en donde me siento segura, en donde no quiero salir corriendo. Si pudiera me quedaría aquí, y no volvería nunca más. De todas formas allá no parece que haya demasiado para mí..., nunca lo ha habido, por eso siempre me fui.

Me siento mejor, ahora yo misma puedo darme cuenta. Ya no es sólo lo que dicen los demás. Ahora, si veo en retrospectiva, soy otra persona. Todavía tengo miedo, y el abatimiento me gana, sobre todo cuando la gente que quiero me da la espalda -o por lo menos así lo siento. Sin embargo, estoy mejor. Todavía no me acostumbro al mundo, ni a las personas. El comportamiento de la gente me desconcierte, y pienso: se supone que la loca soy yo...

Las jornadas son mejores, ya no sufro esos -o no tanto- el ciclaje ultra rápido de hace unos meses, y eso ayuda a  mi tranquilidad, pero todavía me siento ansiosa en algunos momentos del día. Esto tendrá que ser poco a poco, es algo que ya todos sabemos. Me aferro a la idea de que un día todo va a estar bien..

2 comentarios:

  1. Algo que hemos aprendido de esta enfermedad es que los episodios son temporales. Mi mujer también es cicladora rápida y hay que estar muy alertas sobre los pródromos para evitar recaídas. En los tres años que nos conocemos hemos tenido días buenos y otros no tanto, pero ambos estamos comprometidos y procuramos seguir todas las recomendaciones.

    A veces también me pasa que no reconozco a la mujer de la que me enamoré, pero estoy convencido que en esos momentos puntuales es la enfermedad quien actúa, quien habla y no ella.

    ResponderEliminar
  2. Yo, a veces, no me reconozco a mí misma...

    Gracias por todos sus comentarios. Me da un gran gusto saber que este espacio pueda servir para intercambiar nuestras experiencias, y no sentir que estamos solos en esto.

    ResponderEliminar

Favor de escoger opción ANÓNIMO en caso de no contar con alguna de las otras opciones.