miércoles, 24 de marzo de 2010

Gama de sentimientos

Hace varios días que no escribo. No es por falta de cosas que decir, sino por falta de ánimo. Esa es la verdad, el desgano se ha impuesto en estos días...

La ultima vez escribí a cerca de los ciclos ultradianos. No fue por mero capricho. Fue porque esa es justamente la manera en que ciclo: de forma ultra rápida. Los cambios en mi estado de ánimo varían en cuestión de días y hasta horas. En un día puedo pasar de la ansiedad, al nerviosismo, a la tristeza, al llanto en cuestión de horas.

La semana anterior, con todo, predominó la tristeza y el llanto, pero estos últimos días he experimentado breves momentos en los que me he sentido bien, con ánimo y más esperanza. Parece que el cambio de carbamezapina a lamotrigina (estabilizadores del humor) ha ayudado un poco a tener, aunque sea, de forma corta, momentos de ligera mejoría. El doctor dice que por lo menos hay que esperar un mes para ver buenos resultados. Una vez más, sólo me queda respirar hondo y tener mucha paciencia.

Ciclar de esta manera en un día no es nada fácil. Puede ser muy agotador. Especialmente la angustia y ansiedad concentrads en unas horas, para después de ahí pasar a una especie de calma indiferente a la vida, y de pronto unos cuantos destellos donde la energía vuelve y otra vez dan ganas de vivir, para de ahí quizás saltar al llanto o a un miedo intenso. Es realmente una verdadera montaña rusa de 24 horas.

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